EN TIERRA DE NADIE

En tierra de nadie, es como ahora mismo me siento. Me encuentro en el aeropuerto de Lima, esperando mi avión, con destino Madrid.

En todo este tiempo, he desconectado del hemisferio donde nací, para aprender otra cultura, vivirla, disfrutarla... Y además de todo esto, este país, Perú, ha conseguido por si mismo, emocionarme, hacerme llorar de felicidad, reir, ¡¡cantar!! He cantado en público, lo casi nunca visto en mi... 

He aprendido a valorar, a empatizar a fondo, a reconocer, saborear los momentos, los minutos y los segundos. He trabajado en mi, la seguridad, la autoestima, el esfuerzo, la responsabilidad, la tolerancia y el compañerismo.

Perú ha hecho de mi, una persona más fuerte emocionalmente, más viva, activa, soñadora, entusiasta, aventurera, confiada en mi, en mis capacidades, cualidades y habilidades... Ha despertado cualidades que estaban dormidas, un interés desproporcionado en mi por la investigación, el descubrimiento, el más allá. Me ha hecho pensar en grande, en el futuro, en el más allá.

Perú, me ha despertado cada mañana con un sentimiento de felicidad plena, entusiasta, emocionada y apasionada.

Ahora, en Lima, hace frío, se siente un ambiente cosmopolita, el aeropuerto está ajetreado, hay mucha gente, los precios de los productos dan pánico y yo... Me siento fuera de lugar... No estoy en Piura, mi hogar durante tres meses y no estoy en Logroño, mi destino por el momento.

Me siento esperanzada pero a la vez espectante ante un futuro cercano, ante nuevas posibilidades, sentimientos y emociones. Estoy desbordada de pensamientos y sensaciones. En tierra de nadie, divagando entre dos mundos... Nostálgica, melancólica y realmente fascinada por la felicidad que siento...

La próxima entrada, desde mi ordenador, desde el salón de mi casa, en Logroño.

Gracias a todos, por continuar creyendo en este sueño, en mi sueño.