domingo, 7 de noviembre de 2010

¡VIVE COMO LAS FLORES!

Voy a contaros un cuento, para ayudar a aquellas personas que se sienten mal, por cosas que oyen, por cosas que se dicen, por sentimientos que se encierran dentro de nosotros de dolor, por esas heridas que a veces duelen y quienes hablan, las utilizan para arrancar la energía positiva de esas personas y sentirse fuertes con su dolor.
Yo soy en muchas ocasiones, la primera persona que se siente mal cuando escucho cosas que no son ciertas, que me molestan, me duelen y que solamente son palabras, pero muchas veces se quedan dentro de mi durante mucho tiempo...
Por todo esto, unas lineas de reflexion para todos, porque muchas veces con la palabra, creamos una herida quizàs sin darnos cuenta, quizàs sabiendo de antemano, que asi serà.


¡VIVE COMO LAS FLORES!
Maestro, ¿qué debo hacer para no quedarme molesto?..
Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes. Algunas son indiferentes.
Siento odio por aquellas que son mentirosas y sufro con aquellas que calumnian
¡Pues, vive como las flores!, advirtió el maestro.

Y ¿cómo es vivir como las flores?, preguntó el discípulo. Pon atención a esas flores -continuó el maestro, señalando unos lirios que crecían en el jardín.
Ellas nacen en el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas. Extraen del abono mal oliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos.

Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás te incomoden. Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos. Y si no son tuyos, no hay motivo para molestarse...

Ejercita pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera y perfuma la vida de los demás haciendo el bien.

Ésto, es vivir como las flores

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