CREATIVIDAD Y SOCIOGRAMA

Con los niños de clase de Doris, mi tutora, estuvimos haciendo una serie de dinámicas para fomentar el valor de la creatividad, ya que pienso que siendo los niños el futuro de la sociedad, hay que despertarles la mente e incentivarlos a que creen, inventen, imaginen cosas nuevas, a que busquen soluciones a los problemas más allá de lo básico... Por ello trabajamos la creatividad.

¡CREA!

Dime, si pongo una silla delante tuyo y te digo que eso no es una silla, que me digas que otra cosa puede ser: ¿Qué crearías? ¿Qué inventarías? Puede ser un ordenador, un caballo, una cuna... ¡Crea!

Bueno, mientras estábamos realizándo esta dinámica, surgió algo. Y ¿Cómo es eso que siempre dice mi padre? Antes de cura, fui fraile. Pues eso, que me dí cuenta de que alguna persona de clase, sufre llamemoslo ahora con los conceptos actuales "acoso escolar" o como diriamos en mi época de colegiala, "tiene la peste". El caso es que noté que hacia alguna persona existe algún tipo de discriminación, porque hicimos el juego con un objeto pequeño y a medida que se lo iban pasando los compañeros, lo iban cogiendo con las mangas de las chaquetas...

Bueno, actuación y recursos, ¡Piensa Bea!

Cuando terminamos estos juegos, les propuse que dibujaran su propio universo, dándoles indicaciones, de manera que contestando a una serie de preguntas, siempre jugando, me darían la respuesta de lo que sucede en esta aula. Así fue, el nombre que más aparece en el lugar donde tenían que escribir con quien no irian nunca a una fiesta y la persona más lejana de ellos en clase, es en la mayoría de hojas, el mismo.

Mi proyecto, termina hoy con estos niños, pero esta información puede ser realmente valiosa para Doris, para que pueda tratar el tema con ellos.

Sigo pensando que a través de juegos, se puede llegar a todas las personas, solamente hay que encontrar la estrategia y el momento adecuado para aplicarlos.

Realización del sociograma.