lunes, 4 de octubre de 2010

ELECCIONES

Este día fue realmente especial, porque me sentí no como turista ni realizadora de un proyecto. Me sentí parte de Piura, de Perú, porque viví un día real de cualquier piurano. Momentos familiares, caseros, compromiso social, religión, tradicíones... Hice lo que cualquier piurano puede hacer un domingo y por eso, por no ejercer de turista visitando, ni nada así, fue un día realmente especial: Por la sencillez y la normalidad con que se desarrolló la jornada.


Como os dije, me fui a Paita con Pascuala, para acompañarla a votar. También nos acompañó su sobrina Sandra. Pasamos un día muy bonito y especial. Fuimos a votar. A mi no me dejaron grabar a Pascuala echando su papelito como los presidentes del gobierno y tampoco me dejaron ver el colegio por dentro, otro de mis propósitos ese día porque ya que estamos, todo lo que tenga que ver en la educación me interesa para mejorar el proyecto... Pero bueno, como no tenía dni peruano, me quedé fuera esperando.
Después compartimos una muy buena comida peruana y paseamos un ratito por la playa. ¡Al fin mis pies tocaron directamente el agua del Pacífico! Con lo lejos que se ve en el mapa y ahora, lo cerca que lo tengo. Para los que sois de mi zona, temperatura cantábrica, así que bastante fresquito.
Esperando a Pascuala en la puerta del colegio.
Un día de mucho tráfico en todo Perú, debido a los desplazamientos por las elecciones.

Pascuala, Sandra y yo, después de comer un ceviche y un seco de chavelo. A mi espalda, el Océano Pacífico.

A la vuelta, cuando volvimos de Paita, fuimos a casa de Sandra, que vive con su madre y dos hermanos. Estuvimos allí todos reunidos también con Justo, un hermano de Pascuala, viendo en la televisión las aproximaciones, posibles candidatos... Me recordó a la noche que estábamos viendo mi hermana y yo "La noche de los castillos" y nos interrumpieron nuestro programa favorito para ver el triunfo de Aznar. Jeje.

Después nos acercamos a casa de una tía de Pascuala, ya que su tio, ayer por la mañana falleció. Os cuento que aquí en Perú, hay muy pocos tanatorios y pocas familias son las que hacen uso de ellos. Se expone el cuerpo del fallecido en la casa y el velatorio se extiende hasta el momento del funeral, noche incluida. Se decora el salón con símbolos cristianos y flores y en la puerta de la calle, se deja por la noche una bombilla encendida como señal de que un miembro de la familia descansa eternamente.
En este caso, el tío de Pascuala, era un excombatiente de la guerra del 41 y lo enterrarán en un pabellón especial, donde están y estarán todos los luchadores en aquella batalla, por servir a la Patria.

Con unos pocos datos sobre este conflicto, os dejo para que os pique la curiosidad conocer la historia de Perú:

La guerra peruano-ecuatoriana o también conocida como la Guerra del 41, fue una de las tres disputas armadas libradas entre los países americanos de Perú y Ecuador. Comenzó el 5 de julio de 1941 y terminó formalmente el 29 de enero de 1942, mediante la firma del Protocolo de Río de Janeiro.

- La versión peruana señala que tropas ecuatorianas invadieron territorio peruano en la provincia de Zarumilla, lo que inició una batalla que se esparció por toda la zona conocida como Quebrada Seca.

- La versión ecuatoriana señala que Perú tomó como pretexto una serie de incidentes entre patrullas fronterizas para invadir Ecuador, con la intención de forzarlo a firmar un acuerdo fronterizo entre ambos países. Argumentan que la clara disparidad de presencia militar en la región entre ambas naciones apoya esta versión.


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