martes, 7 de septiembre de 2010

CONFLICTO INTERNO DE SABERES


Os podeis dar cuenta, de que ayer las dos entradas que hice fueron evasivas. Me explico: En una hablé sobre el artículo del periódico y en la otra, sobre mis compañeros de piso. Sin embargo, en ningún momento comenté sobre mi primer día en el colegio ya como "docente" lo llamaré así.
Bueno, no fue del todo bien. Estuve preparando bien el material todo el fin de semana y me encontré en parte con algo que me podía esperar y en parte con algo que no.

¡Los juegos que había planteado no funcionaban! ¡Todas las actividades de la mañana, fuerno un fracaso! No daba crédito, jamás me había sucedido. Al contrario, cuando organizo sesiones de juegos, actividades, recreación, acierto con los materiales, el tiempo, los objetivos, normalmente tengo recursos, incluso improviso sobre las necesidades del grupo en un momento determinado, me siento cómoda, enérgica... Pues eso debe de ser en el hemisferio norte, porque ayer por la mañana, todo era al contrario: No acerté con el tiempo, no cumplí objetivos, agoté en tiempo record mis recursos, me sentí incómoda y cada vez más pequeñita, pequeñita, pequeñita... Vamos, que perdí el control del grupo y todos mis esquemas se rompieron por completo.
Fue como si toda mi vida laboral, personal, todos mis cimientos, estudios, formaciones, no me hubiesen servido para nada, porque los niños no me seguían, no respondían ni a los juegos de motivación, no escuchaban, no contestaban a preguntas sencillas sobre el cuento que les acababa de contar... ¡Frustrante!

Tras la clase, hablé con Marleny, la maestra del grupo. Ella también estaba desconcertada, me explicó que los niños no habían actuado con normalidad... Total que volviendo a casa pensé y pensé y pensé:

"Cuando un problema no tiene solución, ¿Para qué preocuparse? Y si el problema tiene solución, ¿Para qué preocuparse?"

Sabio Murphie, pero si es que ¡¡¡no sabía cual era el problema!!! Y eso creedme, es realmente un problema. No saber ni dónde ni porqué está.
Pensando, pensando llegué a mis propias conclusiones y esta mañana todo ha sido muy diferente.

Ayer me enfrenté a la verdadera realidad en la que me encuentro. Si, estoy en Latinoamérica, Piura, Perú, que fue una colonia española y entre otras cosas les quedó nuestra lengua como consecuencia de la invasión y por eso nos podemos entender. PUES NO. La realidad, es que estas personas hablan de un modo diferente al nuestro. Y si hablamos con adultos, nos entenderán claro que sí, pero cabe recordar que las personas a quienes yo me dirijo, tienen 5 años. Ayer, no entendían mi vocabulario en muchas ocasiones:
Ponte la chaqueta, ponte el jersey, tira eso a la basura, deprisa, nos vemos mañana ¿vale? muy bien, cogemos el almuerzo... Ponte la casaca, ponte la chompa, bota eso al bote, apúrate, les veo mañana ¿sí?, chevere, cojan la lonchera...
Ese era el problema principal. El siguiente problema es que en esta zona, no hay turismo ni emigración europea. Por lo tanto, teniendo en cuenta ese factor y uniéndolo a la falta de recursos de muchos de los niños y sus familias, para gran parte de los alumnos, soy nueva.
Soy nueva, de España, que ese referente desde muy pequeñitos lo tienen claro, porque aquí las tradiciones, la cultura y el de dónde venimos lo tienen muy presente. Físicamente soy más blanca, tengo otra manera de hablar, "nos vemos mañana ¿vale?" y ¡me preguntaron que quién me había enseñado a hablar inglés!
Para ellos, soy alguien a quien tienen respeto, y ven diferencias. Y por todo, no se comportaron como ellos mismos, sino expectantes, tímidos...

Ahora no puedo seguir contando la experiencia de hoy. Resulta que hemos tenido visita en casa. Un sobrino de Pascuala, hermano de Sandra, la chica que nos llevó a bailar el otro día. Y es que aquí en Perú, todavía se mantiene algo muy bonito; Las visitas familiares en cualquier momento del día o la semana. Bien sea para unos minutos, comer, cenar, hablar un rato... Es un chico de 24 años, amigo de David, mi compañero de piso. Además de visitarnos él, ha venido un amigo suyo de la carrera y ha resultado una cena muy agradable, compartiendo sobre Perú, España e Italia. Cuando menos enriquecedor. 
La visita ha durado hasta bien entrada la noche y me siento agotada, así que sólo comentar que la mañana de hoy ha sido fabulosa, porque me estoy esforzando para adaptarme a su jerga, sus ritmos, la forma de planificar, los tipos de contenidos... y hoy ha empezado a funcionar el grupo.

Os dejo hasta mañana, con una foto en la estatua de la mujer peruana, caracterizada por ser maternal en la Biblioteca municipal de Piura. Con toda mi clase. La profesora Marleny a la izquierda, los alumnos, a la derecha Elvira, la auxiliar del aula y yo.

Permitidme que mañana continúe, mis ojitos dicen adiós...

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