lunes, 13 de septiembre de 2010

PUNTO DE INFLEXIÓN

Parece que adaptarse a una nueva situación en la vida, es una cuestión de tiempo. En realidad, es algo más complejo y simple a la vez. Se trata de una cuestión de intenciones. El tiempo, solo es un factor a tener en cuenta.
Hay que intentar volver a nacer. Hay que resetearse. Dejar nuestras raíces olvidadas, para ser uno mismo sin ningún tipo de intervención social, económica, emocional... Hay que mostrarse tal y como eres. Mejor dicho, tal y como eras cuando naciste. Tú y nada más que tú. Sin limitaciones. Cuando consigues despojarte de pensamientos, normas, pautas, prejuicios, valoraciones subjetivas, opiniones externas, de sentimientos enfrentados... Cuando dejas de entender desde ese cerebro lleno de información... es en ese momento cuando llega el punto de inflexión. Cuando estás preparado para enfrentarte a una nueva situación, sea cual sea. Es como volver a lo simple, a lo primario, empezar de cero.
Cuando aceptas la realidad en la que te has sumergido, la verdadera realidad que estás viviendo y no la comparativa constante de tu propia existencia, es entonces cuando olvidas prejuicios y te adaptas directamente a tu realidad, que no es una nueva realidad, sino la que toca ahora. Tú realidad en ese momento, la que hay que dejar que entre en nosotros, que nos empape, porque es así como seremos plenos en este momento.
Creo que en todo viaje, sea físico o no, en toda experiencia hay que dejarse llevar, pero no de una manera loca como entendemos que es dejarse llevar. Sino adaptándonos y entendiendo, que ahora somos nosotros en otro lugar, en otra época o en otra circunstancia. Asumiendo y comprendiendo que no somos la persona que podemos ser en otro lugar o en otras circunstancias. Adaptándonos a las diversas situaciones desde el lugar donde nos encuentramos, no desde el lugar o el momento del que venimos.

Imagina que de repente, apareces en la época prehistórica o que saltas al futuro. ¿Cómo te adaptarías? Volviendo a nacer. "Olvidando" tu forma de vivir, actuar, pensar, tus estereotipos, gustos, cualidades... y entregándote directamente a ese mundo. No dejándote llevar sino aprendiendo y dejándote enseñar partiendo desde cero.

Eso es lo que a mí como a todo viajero, me ha sucedido. Hoy ha sido el día, en un momento determinado, en que me he dado cuenta de que este lugar no me gusta, ¡¡ME ENCANTA!!

¿Habrá entendido alguien estas palabras...?

No hay comentarios:

Publicar un comentario