VIVIENDO EN ESENCIA

Aquí, estamos en casa:

Elaborando informes, preparando sesiones para días venideros, organizando contenidos,

traduciendo textos, preparando reuniones, escribiendo emails,

pensando en nuevas propuestas, nuevos proyectos,

creando actividades, buscando información, investigando, resumiendo,

escribiendo este blog...





Nunca pensé que le cogería tanto gusto a tender la ropa. Pero es que, en la azotea del edificio donde vivimos, corriendo el aire y siempre con el sol sobre nosotros, da gusto pasear entre las cuerdas, rozándote con la ropa húmeda y con ese olor a limpio tan especial. Es una sensación digna de ser vivida cada uno de los días de la vida.

¿Y te acuerdas de la fotografía del atardecer? Pues imagínate cuando vuelves a subir por la ropa limpia y seca, que mientras la retiras, entre las sábanas agitadas ves como el sol anaranjado y con una circunferencia perfecta, se va escondiendo poco a poco entre los tejados de la ciudad para ir dejando paso a la noche piurana. Simplemente, maravilloso.